domingo, 12 de marzo de 2017

Por Pesqueruela


No es un plan fácil de escribir. No fue un plan complicado, ni ocurrió nada extraño, excepto que aún así lo pasamos genial. Una tarde entre amigos. Jugaban los del equipo Peñalba. Gran victoria (8-2). Después del partido, furgoneta y pista. La verdad es que podíamos haber ido andando, pero la furgo siempre mola. Fuimos a Pesqueruela, el lugar donde se unen el Duero y el Pisuerga. El frisbee se quedó en la furgo, no hizo falta. Flanqueados por los ríos hicimos turismo por las casas abandonadas de la zona. Nacho encontró un tesoro olvidado por antiguas civilizaciones, Andrés seguía en el bus «llegando», Iñigo al postureo, Mauro gritó todo lo que pudo y Carlos y el resto: Hawai cinco-0. Así, persiguiendo corzos, hablando y riendo llegó el final de la tarde y con él Andrés que terminó de llegar después de su odisea particular en bus.