En lo alto de un monte Torozo se divisa una torre: es el castillo de Portillo con treinta metros de altitud y, lo que poca gente sabe, con un pozo que desciende casi a cuarenta de profundidad. Ahí estuvieron los chicos de los niveles 1 y 2 el pasado sábado. Miguel, Manuel, Iñaqui, Antonio, David y Álvaro pudieron divisar desde la torre gran parte de la meseta castellana, que antiguamente sirvió como punto estratégico para dominar el territorio. Después bajamos al pozo, único en Castilla, donde nos explicaron cómo servía para almacenar provisiones durante largos periodos de tiempo en buenas condiciones. A la salida del castillo, simulamos una ofensiva al castillo, en que había que remontar una gran cuesta y llegar ilesos a la muralla…
