lunes, 2 de diciembre de 2013

Padres hiperprotectores


Para que los niños tengan un buen desarrollo emocional, necesitan sentirse queridos y cuidados por sus padres; sin embargo, un exceso de protección puede traer más problemas que ventajas.
Es lógico que todos los padres quieran lo mejor para sus hijos: los mejores alimentos, los cuidados médicos más avanzados… pero bajo esta premisa algunos de ellos envuelven a sus niños entre algodones. Los padres hiperprotectores, viven tan pendientes de sus vástagos que ponen un celo desmesurado en sus cuidados y atenciones, ven peligros donde no los hay y les ahorran todo tipo de problemas, pero a su vez les privan de un correcto aprendizaje ya que no les dejan enfrentarse a las dificultades propias de su edad de donde podrían extraer recursos y estrategias que les servirían para su futuro.
Si el test te da positivo… no te preocupes, lo más positivo es la realidad, pero debes tener en cuenta que… una relación padres-hijos basada en la sobreprotección tiene más efectos negativos que positivos ya que a los niños les costará mucho llegar a alcanzar su madurez.

Hay que ser conscientes de que van creciendo y deben ir separándose - como nosotros de ellos - para conseguir una identidad propia. En muchas ocasiones, como cantaba Julio Iglesias, conviene dejarles tropezar dos veces con la misma piedra. De los errores siempre es posible aprender.