En el número anterior, se abordaban algunos aspectos educativos derivados del uso de esos pequeños aparatos llamados smartphones. Continuamos ahora centrándonos en el estudio. Las tarifas de datos son un aliado excelente del alumno desmotivado. Nada mejor para combatir una aburrida tarde de estudio que la posibilidad de intercambiar WhatsApps con tu lista de contactos. Ese sonido mágico o esa luz parpadeante que avisan de la llegada de un nuevo mensaje se convierten en una tentación difícil de rechazar. Es bueno hablar con los hijos y animarles a apagar el móvil durante el tiempo de estudio. Parece evidente, pero la mayoría no lo hace. Las tarifas de datos mal usadas favorecen el déficit de atención y concentración.
