miércoles, 5 de diciembre de 2012

Proteger o secuestrar



Con nuestros hijos hay que huir de dos extremos. Por un lado, el “pasotismo”: yo paso de él, que se busque la vida, etc. Por otro lado, el peligro contrario: ser “hiperprotectores”; es decir, llevar las riendas de absolutamente todo lo que hagan a través de variados sistemas de “espionaje”: mirar su teléfono, que nos den sus claves del tuenti, etc.
Lo mismo pasa con el tiempo libre: debemos de educar a nuestro hijos para que aprovechen bien su tiempo libre y ahí, como sabeis, el club tiene un papel importantísimo. Y también tenemos que evitar los dos extremos: “pasotismo” (va al club y me da igual lo que haga porque allí me lo divierten) o “secuestro” (de casa no se mueve y su tiempo libre se lo ocupo yo). Como siempre, en el medio está la virtud.