La ruta de Moria transcurrió entre los bosques de Pelennor, rodeados de ruinas de una antigua ciudad, con restos que dieron algún que otro susto. Los orcos y los elfos trataron de masacrar a sus oponentes, pero siempre había algunos que se escapaban. Había lobos que nos cercaron durante varios minutos, pero con gran audacia y habilidad logramos salir de la zona de peligro con el tiempo justo para merendar. A destacar los espléndidos camuflajes de Gonzalo, la técnica de estatua inmóvil de Pedro, el ataque precipitado de Álvaro, los saltos de Pablo B., la velocidad de Pablo M-S, etc. Sergio y Enrique se tomaron en serio su papel de orcos, Miguel B. acumuló filipinos sin piedad, Ignacio no estaba convencido con la historia del loco, y David no consiguió ganar más tucanes. Y el próximo sábado, DESCHUPETE.
